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Fue la primera mujer latinoamericana y la primera brasileña en recibirse de médica, pero debió hacerlo en una universidad estadounidense dado que el acceso a los estudios superiores le estaba vedado en su país. Se le reconoce además su tenaz lucha por abolir la esclavitud en el Brasil.

María Augusta Generoso Estrela (o Estrella) había nacido en la por entonces provincia de Río de Janeiro el 10 de abril de 1860, en el seno de una familia de muy alto poder adquisitivo. Sus padres, portugueses, fueron Maria Luísa Estrella y Albino Augusto Generoso Estrella.

Albino, desde 1863, fue socio de la “Guerreiro Lima e Comp.”, dedicada a la importación de productos provenientes de los Estados Unidos. Desde 1871 actuó además como representante de Albion Coffee Huller & C. En 1875 disolvió aquella sociedad y fundó un negocio llamado “A Estrela Americana”, también operó como agente comercial de la Compañía farmacéutica Bristol; en todos los casos sus negocios estuvieron dedicados a la importación y exportación de productos. Algunos historiadores señalan que tenía titulación de farmacéutico, pero no hemos podido verificar a ciencia cierta ese dato.

Maria Augusta recibió una esmerada educación primaria y secundaria en exclusivos centros educativos de Brasil; de hecho dominaba cinco idiomas: portugués, inglés, francés, español y alemán; algún biógrafo dice que también italiano. Un dato no menor, como comprobaremos más adelante en esta historia: había recibido una sólida formación en retórica y oratoria lo que la hacía una eximia argumentadora. Es que las elites del Imperio brasileño brindaban este excelso nivel de formación a sus hijas, por si fortuitamente debieran hacerse cargo de los negocios e intereses comerciales de sus padres. También con el fin de acceder a ´mejores´ candidatos a marido, especialmente de las elites y cortes europeas. Ahora bien, la formación llegaba hasta ahí, no incluía el acceso a la Universidad.

LA ESTRELLITA DEL FLAMSTEED

El 21 de abril de 1873, a los 13 años, María Augusta –en una especie de tiempo sabático– acompañó a su padre a Portugal. Permanecieron un mes en Lisboa y, de allí, se trasladaron a Funchal, en la Isla de Madeira, donde ella se quedó a cursar durante seis meses en el Colegio de Villa-Real, mientras su padre visitaba diversos países europeos con el fin de comercializar productos. Para ir delineando los rasgos de su decidida personalidad, reproducimos aquí unas anotaciones que hizo en su diario íntimo por aquellos días: “¿Porque me deixou ficar? Porque precisa que eu aprenda me instrua. Então a instrucção é uma cousa bem necessária”. (Traducción libre: “¿Por qué dejaste que me quedara? Porque necesitas que aprenda y me instruya. Entonces, la instrucción es algo muy necesario”. Nótese que ´deixar´, tiene además las acepciones de ´permitir´ o ´consentir´, lo que podría indicar que fue Augusta quien le insistió al padre.) Un hecho marcante del apoyo y la comprensión que recibía de su progenitor.

En noviembre de aquel año, Maria Augusta y su padre iniciaron el viaje de regreso a Brasil a bordo del vapor inglés Flamsteed, bajo el mando del capitán Brown (no hemos podido recuperar su nombre de pila). A los tres días de viaje, a las 6 de la mañana, un estruendo despertó a los pasajeros. Todo indica que por impericia del capitán, el Flamsteed colisionó con el acorazado de guerra británico Blorimphom. El padre de Augusta salió a ver qué había ocurrido no sin antes ordenar a su hija que se quedara en el camarote. Pero Augusta no obedeció, salió tras su padre, por fortuna, porque tanto el camarote del capitán como el que ocupaban los Generoso Estrella, y así también el casco de la nave resultaron gravemente dañados.

Aquí retomaremos la importancia de la frase que Augusta había garrapateado unos meses antes en su diario: ´la instrucción es algo muy necesario´. Acudió a sus dotes de oratoria para persuadir al capitán Brown de que era necesario solicitar ayuda y rescate al almirante que capitaneaba el Blorimphom… y que se alejaba a toda máquina del lugar del siniestro. Lo que sigue aquí fue tomado de una biografía de Augusta publicada en San Salvador de Bahía en 1878; si bien no lleva firma, los estudiosos suponen que es autoría del escritor bahiense Belarmino Barreto, quien pudo haber accedido a los numerosos testimonios de los pasajeros que la acompañaban en su travesía transatlántica. Se dice que, de este modo, Augusta apeló a Brown: “Capitán Brown, soy yo quien ahora viene a pedirle un último favor, en nombre de todos los pasajeros, y espero ser atendida, si es que todavía soy la misma Estrellita del Flamsteed, como usted me llama, capitán.  Espero que atienda mi pedido, porque sé que usted me quiere mucho (trad. libre)”1. Augusta apretó entre sus manos la del capitán y, con lágrimas en los ojos, le imploró que traslade a todos los pasajeros y sus equipajes al acorazado británico hasta tanto el Flamsteed estuviese en condiciones de volver a navegar con las seguridades del caso.

Brown accedió a sus ruegos, y relatan las crónicas que apenas finalizado el traslado… el Flamsteed se fue a pique en las profundidades abisales del Océano Atlántico.

Augusta regresó a Brasil ataviada con traje de marinero y su respectiva gorra, con la típica cinta negra donde se inscribe el nombre del barco, con que el almirante del acorazado Blorimphom la homenajeó por su decisión y valentía. La hazaña de Augusta recibió atención de numerosos medios brasileños, pero también de la prensa internacional.

UN CANTO A LA EMANCIPACIÓN FEMENINA

El 26 de marzo de 1875, partió rumbo a los Estados Unidos a estudiar Medicina. Nuevamente, el hecho fue reportado por numerosos diarios brasileños e, incluso, por el New York Herald. Durante toda su trayectoria académica Augusta recibiría profusa atención mediática. Así por ejemplo, el Diario do Rio de Janeiro escribió que ´constituía el primer canto del poema de la emancipación femenina´.

Se matriculó inicialmente en la Academia Saint-Louis, en el condado de Oswego (estado de Nueva York), donde permaneció un año. Intentó luego ingresar en el New York Medical College and Hospital for Women, en Valhalla, también en el estado de Nueva York. Esta institución había sido fundada en 1863 por la doctora Clemence Sophia Harned Lozier (1813-1888), y era una de las pocas que permitía el ingreso de mujeres.

Pero debía persuadir a las autoridades de que estaba apta para iniciar los estudios a pesar de su edad: tenía 15 años y se permitía el ingreso a partir de los 16. Nuevamente recurrió a su eficacia retórica. En un artículo publicado en el Diario Carioca, en 1950, como recordatorio de su trayectoria, el redactor afirmó, basándose en documentos aportados por los descendientes, que María Augusta dijo en su defensa que pedía perdón por estar por debajo de la edad requerida, pero remarcó que esta situación se debía a que ella provenía de un país en el cual el prejuicio le había cerrado las puertas de las academias. Sostuvo además que podría acreditar que tenía conocimientos suficientes para ser admitida, de manera excepcional, “considerando también la proyección que esa deferencia tendría sobre las buenas relaciones entre los dos países, y el ejemplo que representaría su matriculación, por ejemplo, en el sistema escolar en todo Estados Unidos”2. Fue admitida.

En 1876, la Compañía Bristol, donde trabajaba el padre de Augusta sufrió percances económico-financieros, lo que comprometió seriamente sus condiciones económicas para mantener los estudios de su hija. Esta situación llamó la atención del Emperador de Brasil Don Pedro II, quien había seguido todo el derrotero de Augusta a través de la prensa nacional e internacional. Don Pedro II, apodado ´El Magnánimo´, como había hecho con otros artistas y científicos, le concedió, el 20 de octubre de 1877, una beca  suficiente para garantizar su graduación en la carrera de Medicina.

En 1880, María Augusta se hirió gravemente con un bisturí mientras realizaba una autopsia y debió pasar por un período de recuperación, lo que retrasó su graduación. Su padre viajó a los EE.UU para acompañarla. En mayo de ese año, pudo finalmente recibirse; en junio, su padre murió víctima de un ataque cerebral. Pero, dado que Augusta tenía por entonces 19 años, y solo podía recibir el diploma a los 20, debió esperar un año. Mientras tanto, asistió a numerosos cursos y realizó prácticas en diversos servicios médicos de Nueva York. Finalmente, recibió la medalla de oro por su desempeño durante la carrera y por su tesis sobre enfermedades de la piel.

En enero de 1881, María Augusta fundó con Josefa Águeda Felisbella Mercedes de Oliveira (1864-1885), también estudiante de Medicina en Nueva York, el periódico A Mulher. Revista Ilustrada de Literatura y Bellas Artes, dedicada a los intereses y derechos de la mujer brasileña.  En su primer número destacó, en inglés, el significado que tendría esta publicación no sólo para las mujeres, sino también para los hombres: “A Mulher es un periódico mensual dedicado al avance de la mujer brasileña. Sus agentes son hombres confiables en el Imperio de Brasil. Se recomienda a los hombres de negocios en general como uno de los mejores medios publicitarios publicados”3.

A Mulher, año1, núm. 1, 1881. (Se conserva en Fundaçâo Biblioteca Nacional. Hemeroteca Digital Brasileira)

La publicación recibió reseñas y comentarios en una variedad de medios, por citar ejemplos: Diario do Gram-Pará y A Constituição (Belém do Pará), Diario de Pernambuco (Recife), Rio News, Evening Mail (New York), Portland News (Maine, EE.UU.), The Anglo-Brazilian Times (Río de Janeiro). Pero también despiadadas críticas como la publicada en Gazeta da Tarde: “El destino de esta hoja es una ilusión. Si el periódico se ocupara realmente de literatura y bellas artes, de moda, de recetas de cocina, de lecturas ligeras, no tendríamos más que elogios para esta publicación, porque veríamos en ella una necesidad satisfecha. Pero salir con una publicación con un título que es una sonrisa, y venir con aire de deportista, desafiando cielo y tierra, arrojándole el guante al primero que quiera pelear a brazo partido con ella, es una caricatura. La mujer que lucha es un ser heterogéneo que pierde la gracia de una mujer, sin adquirir la fuerza de un hombre”.

En 1884, dos años después de su regreso a Brasil, conoció a Antonio Costa Moraes, alagoano de 38 años, licenciado en Farmacia por la Universidad de Leipzig y propietario de la Farmácia Normal situada en el centro de Río de Janeiro; se casaron el mismo año. “En aquella época, María Augusta mantenía un pequeña consultorio donde exhibía con orgullo el cartel en la fachada: ´Dr.´ María Augusta Estrela. Su marido, celoso, intentó a menudo obligarla a abandonar su profesión. Firme en sus decisiones, siguió practicando, pero, para tranquilizarlo, empezó a hacerlo en una de las salas de la farmacia, donde le formulaba varias recetas”, reseñó Helio Begliomini, actual presidente de la Academia de Medicina de São Paulo. A lo que agregó: “La clientela era inmensa. Se dedicó a las mujeres y los niños, brindando atención gratuita a quienes no podían pagar. De este matrimonio nacieron cinco hijos: Samuel, Matilde, Bárbara, Luciano y Antonio”.

“LA TIERRA DONDE NACÍ PRONTO NO SERÁ PISADA POR EL PIE DE UN ESCLAVO”

Es de destacar la lucha emprendida por Augusta por abolir la esclavitud. Recordados son su discursos y alegatos en reclamo de libertad. Rescatamos apenas uno de ellos, en el Clube Abolicionista do Recife, el 28 de septiembre de 1882: “Invitada por los ilustres miembros del Club Abolicionista a asistir a la fiesta de la libertad de algunos esclavos, me siento emocionada, porque simboliza el amor ferviente por la causa de la salvación de una parte de la familia brasileña, que ¡todavía se encuentra bajo la cruel ley del cautiverio! Sí, mis Señores y Señoras, mi corazón tiembla de infinita alegría al ver que la tierra donde nací pronto no será pisada por el pie de un esclavo. Esta fiesta es precursora de una conquista de la luz contra las tinieblas, de la verdad contra la mentira, la libertad contra la esclavitud”.

Se recuerda que la Ley del vientre libre (ley número 2040) había sido promulgada el 28 de septiembre de 1871. Pero, según el Manifesto da Sociedade Brasileira contra a Escravidão de 1880  “la Ley (…) fue una legislación conservadora, que respetó los intereses de los patrones y que les garantizaba la propiedad de sus esclavos hasta su completa extinción”. El fin de la esclavitud en Brasil solo se logró en 1888, con la promulgación de la Ley Áurea, que otorgó total libertad a los esclavos.  

María Augusta enviudó en 1908, lo que la obligó a reducir la atención en su consultorio médico para dedicarse más a sus hijos, sin embargo, nunca abandonó por completo sus estudios y el contacto con sus pacientes. A menudo la llamaban sus colegas para discutir casos de difícil diagnóstico, lo que ella manejaba con brillantez y facilidad. Leía asiduamente, era desde niña su pasatiempo favorito. Murió repentinamente, el 18 de abril de 1946, a los 86 años, mientras conversaba con su familia. Dejó un lugar en la historia por su lucha en defensa de los ideales femeninos y las personas esclavizadas. Su nombre es honrado como patrona de la ´Cadeira número 64´4 de la Academia de Medicina de São Paulo.

Bibliografía

Academia de Medicina de São Paulo. Maria Augusta Generoso Estrela. Patronesse Cadeira 64. https://www.academiamedicinasaopaulo.org.br/membros-academicos/maria-augusta-generoso-estrela/

Barbosa Silva, Wladimir y Barreto, Maria Renilda N. Mulheres e abolição: protagonismo e ação.

Revista da ABPN. Asociación Brasileña de Investigadores(as) Negros(as), Vol. 6, n. 14, 2014, p. 50-62.

Begliomini, Helio. Maria Augusta Generoso Estrella. Biografía. Academia de Medicina de São Paulo. https://www.academiamedicinasaopaulo.org.br/membros-academicos/maria-augusta-generoso-estrela/

Costa, Priscila Trarbach. Engajamento político-educativo na imprensa feminina brasileira do século XIX: o periódico A Mulher (1881-1883). Tese (Doutorado em Educação), Programa de Pós-Graduação em Educação, Faculdade de Educação (PPGEdu), Escola de Humanidades, PUCRS, Porto Alegre, 2021.  https://tede2.pucrs.br/tede2/bitstream/tede/9971/2/TESE%20Priscila%20Trarbach%20Costa.pdf

Dicionário Histórico-Biográfico das Ciências da Saúde no Brasil (1832-1970). Departamento de Pesquisa da Casa de Oswaldo Cruz / Fundação Oswaldo Cruz. https://dichistoriasaude.coc.fiocruz.br/wiki_dicionario/index.php/ESTRELLA,_MARIA_AUGUSTA_GENEROSO

Silva, Rodrigo Caetano. Ley del Vientre Libre (ley número 2040 del 28 de septiembre de 1871): un hito en la historia abolicionista brasileña. Claroscuro, Año 23, Nº 23, Vol. 1, julio 2024, pp.1-24. https://claroscuro.unr.edu.ar/index.php/revista/article/view/146/132.

Amalia Beatriz Dellamea. Centro de Divulgación Científica y Equipo de gestión editorial de Farmacia y Bioquímica en foco. Facultad de Farmacia y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires

  1. *“Capitão Brown, sou eu agora que lhevem pedir um último favor, em nome de todos os passageiros, e espero ser servida, se sou ainda a mesma Estrelinha do Flamsteed, como me chama o capitão. (…) espero que me servireis, porque sei que me quereis muito. […] Maria Augusta, apertando entre as suas as mãos do capitão, pede-lhecom lágrima nos olhos: mande transportar todos os passageiros para bordo do vapor de guerra, a fim de tirá-los da afliçãoem que se acham; depois, se o Flamsteed estiverem estado de poder navegar, voltaremos todos de novo para o vapor a fim de seguir viagem com o bom capitão Brown”. (Tomado de Belarmino Barreto, citado por Yvone Capuano, Dicionário Histórico-Biográfico das Ciências da Saúde no Brasil (1832-1970).
    https://dichistoriasaude.coc.fiocruz.br/wiki_dicionario/index.php/ESTRELLA,_MARIA_AUGUSTA_GENEROSO) ↩︎
  2. Recién en 1879, con la  Reforma de Leóncio de Carvalho, rubricada por el Emperador Don Pedro II, las mujeres pudieron acceder a los estudios superiores en todo el Imperio de Brasil. https://www2.camara.leg.br/legin/fed/decret/1824-1899/decreto-7247-19-abril-1879-547933-publicacaooriginal-62862-pe.html ↩︎
  3. A Mulher is a monthly paper devoted to the advancement of Brazilian Women. Its agents are reliable men in the Empire of Brazil. It is recommended to business men generally as one of the best advertising mediums published”. ↩︎
  4. Equivalente a los sitiales de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, por ejemplo. ↩︎