Se exploran las consecuencias de la pandemia en la salud mental, con un enfoque en la ansiedad social, la deserción escolar y el aumento en la prescripción de psicofármacos. Aunque también se analiza si este aumento de casos es real, o es el impacto de haber visibilizado los problemas de salud mental.
Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación,
nos enfrentamos al desafío de cambiarnos a nosotros mismos.
El hombre en busca de sentido – Viktor Frankl.
La pandemia de covid-19 ha tenido un impacto significativo en la salud mental de los adolescentes en la Argentina que aún hoy se observa. La ansiedad social, caracterizada por un miedo intenso a las situaciones sociales, con síntomas como palpitaciones, temblores, dificultad para respirar, tensión muscular, mareos, pensamientos repetitivos; miedo a entablar interacciones sociales y consecuente abandono de actividades que las impliquen; baja autoestima y tendencia a aislarse, ha aumentado en este grupo etario, afectando su capacidad para reintegrarse en la vida escolar y social.
La pandemia de covid-19 ha tenido un impacto significativo en la salud mental de los adolescentes en la Argentina que aún hoy se observa. La ansiedad social ha aumentado afectando su capacidad para reintegrarse en la vida escolar y social.
En este artículo se exploran las consecuencias de la pandemia en la salud mental, con un enfoque en la ansiedad social, la deserción escolar y el aumento en la prescripción de psicofármacos. Aunque también se analiza si este aumento de casos es real, o es el impacto de haber visibilizado los problemas de salud mental haciendo que las consultas con profesionales sean más aceptadas tanto por los pacientes como por la sociedad en general.
Según un estudio del Ministerio de Salud de la Nación de 2022, el 40 % de los jóvenes presentó síntomas de ansiedad durante y después del confinamiento. La exclusión escolar se convirtió en un problema crítico, con un 30 % de estudiantes secundarios que abandonaron sus estudios y un 60 % que mostraron resistencia a regresar a clases presenciales. Este fenómeno destaca la importancia de abordar la ansiedad social y sus efectos en la vida de los adolescentes.
UN 40 % de jóvenes presentó síntomas de ansiedad durante y después del confinamiento. Un 30 % de estudiantes secundarios abandonó sus estudios y un 60% mostró resistencia a regresar a clases presenciales.
La deserción escolar y la resistencia para regresar a clases presenciales en el primer tiempo pospandemia fueron consecuencia de una combinación de factores, como el miedo al contagio, la pérdida de habilidades sociales durante el confinamiento y la ansiedad social. Estos problemas se vieron exacerbados por la interrupción de las rutinas diarias, la falta de interacción cara a cara con compañeros y la incertidumbre generalizada durante la pandemia.
El aislamiento recrudeció los síntomas ansiosos. Incluso aún hoy, a 5 años del comienzo de la covid y habiendo superado el momento agudo, siguen sus consecuencias. Se presentan síntomas ansiosos, episodios de pánico y dificultades para establecer lazos con sus compañeros que no permiten el retorno a la vida social como la conocíamos antes. Este fenómeno se refleja en un aumento de consultas por temas de ansiedad y autolesiones.
El aislamiento recrudeció los síntomas ansiosos. Incluso aún hoy, a 5 años del comienzo de la covid-19 y habiendo superado el momento agudo, siguen sus consecuencias y se reflejan en aumento de consultas por temas de ansiedad y autolesiones.
Según la doctora Mariana Moreno, psiquiatra infantojuvenil y exdirectora de Salud Mental del Municipio de San Martín, Provincia de Buenos Aires, durante el flagelo de la covid: “Después de la pandemia se vio esa dificultad para volver a relacionarse de manera adecuada y natural como corresponde a esta etapa de la vida”.
Durante 2020, según refiere Moreno, se implementaron diversas estrategias para apoyar a los adolescentes, buscando mantener actividades virtuales que pudieran sustituir los espacios grupales presenciales. Esto permitió que continuaran con sus tratamientos y mantuvieran un cierto nivel de interacción social, aunque fuera de manera virtual. Estas iniciativas incluyeron grupos de apoyo en línea, talleres de manejo del estrés y actividades recreativas virtuales. Aunque no en todos los casos se obtuvo el efecto deseado.
La Sociedad Argentina de Pediatría reportó un incremento del 50 % en la prescripción de ansiolíticos y antidepresivos durante la pandemia. Aunque no hay un registro específico del incremento de prescripción en adolescentes, se observó un aumento general en las consultas psiquiátricas, lo que sugiere un mayor uso de psicofármacos. La causa es multifactorial, es esencial considerar el nivel de sufrimiento y cuánto la ansiedad obstaculiza el desarrollo de la vida cotidiana. Cuando la pandemia estuvo controlada, se observó una necesidad de volver a la normalidad lo antes posible, y los psicofármacos proporcionan un resultado mucho más rápido que la psicoterapia.
“Siempre existe el riesgo de sobremedicación y, dado que se visibilizó más lo que tiene que ver con el cuidado de la salud mental pospandemia, pudo haberse dado también la posibilidad de mayor número de prescripciones”, resalta Moreno, quien fue directora nacional de Abordaje integral de salud mental y consumos problemáticos durante 2022 y 2023.
Los adolescentes hoy en día están más conscientes de su derecho a tomar decisiones con relación a su tratamiento, lo cual puede funcionar como un freno a la sobremedicación.
No obstante, la experta también mencionó que los adolescentes hoy en día están más conscientes de su derecho a tomar decisiones con relación a su tratamiento, lo cual puede funcionar como un freno a la sobremedicación.
DESERCIÓN ESCOLAR, LO QUE LA COVID NOS DEJÓ
Un informe de Unicef reveló que más de un millón de estudiantes en la Argentina no habían podido regresar a las aulas en mayo de 2021. Hubo un aumento en los adolescentes que dejaron de asistir a clases presenciales, con una relación directa entre esta dificultad y las manifestaciones de ansiedad. Los síntomas por los que consultaron los adolescentes incluían dificultades para relacionarse y síntomas físicos, así como problemas de sueño.
La deserción escolar tiene un efecto negativo en la salud mental, ya que deteriora la capacidad de los adolescentes para relacionarse y afecta sus posibilidades de aprendizaje. Es fundamental desarrollar políticas públicas y recursos que aborden esta problemática de manera integral. “La dificultad para retomar la escolaridad presencial tiene una relación directa con las manifestaciones de ansiedad”, enfatiza Moreno.
Abordar la ansiedad social en adolescentes requiere un enfoque interdisciplinario e integración de actividades extracurriculares, ya sean artísticas o deportivas, para fomentar la inclusión. Es importante escuchar y considerar la voz de los adolescentes en su tratamiento, y fomentar un trabajo en red entre varios actores e instituciones sociales.
Es importante escuchar y considerar la voz de los adolescentes en su tratamiento, y fomentar un trabajo en red entre varios actores e instituciones sociales.
En ese sentido, Moreno también destacó la necesidad de políticas específicas para abordar el abandono escolar relacionado con los trastornos de ansiedad. Se requiere una articulación fluida y un trabajo en red del sistema de salud y el sistema educativo, el sistema de protección de derechos, la justicia, las organizaciones sociales y todos los actores de la comunidad que intervienen en el cuidado y acompañamiento de chicos y chicas. Además, es fundamental involucrar a los docentes y otros referentes adultos afectivos en el apoyo a los adolescentes. “Apuntar a las instancias grupales, reconocer las posibilidades que su entorno les brinda y trabajar con docentes y otros referentes es fundamental”, afirma Moreno.
En conclusión. La ansiedad social pospandemia ha representado y representa aún hoy un desafío significativo para los adolescentes, con implicaciones directas en su rendimiento académico y bienestar emocional. Es fundamental desarrollar políticas públicas y recursos que aborden esta problemática de manera integral, promoviendo un enfoque multidisciplinario y el apoyo de la comunidad para facilitar la recuperación y el bienestar de los jóvenes. La colaboración entre el sistema de salud, el sistema educativo y la comunidad es crucial para garantizarles el apoyo necesario para superar estos desafíos.

Jesica Ladeuix es médica psiquiatra infantojuvenil por la Universidad de Buenos Aires (UBA), M.N. 137787. Médica de planta del Hospital Interzonal General de Agudos ¨Eva Perón ¨, General San Martín, Provincia de Buenos Aires. Exinstructora de residentes del HIGA Eva Perón, exmédica de staff de FLENI. Certificada en ADOS, formada en neuropsicología y trastornos de conducta alimentaria. Se formó como comunicadora en salud en la Sociedad Argentina de Periodismo Médico (SAPEM) de la Asociación Médica Argentina (AMA).
Fuentes
Ministerio de Salud de la Nación. 2022. Informe sobre salud mental y COVID-19.
Unicef. 2021. Informe sobre el impacto de la pandemia en la educación. Unicef – Informe de situación.
Sociedad Argentina de Pediatría. 2023. Informe sobre el aumento en la prescripción de psicofármacos en adolescentes durante la pandemia.