11 minutos

El proceso productivo de alimentos impacta directamente sobre la naturaleza. Existe una tendencia mundial por parte de los productores en querer comunicar el desempeño ambiental de sus productos a través del uso de ecoetiquetas, de manera de intentar satisfacer las inquietudes públicas. Distintas organizaciones a nivel internacional y nacional trabajan en su regulación para el uso de ecoetiquetas confiables en los envases alimentarios. Si bien, la regulación en productos alimentarios no logra consolidarse en nuestro país, se considera que en un futuro cercano la mayor parte de las empresas buscarán incluir en sus envases algún modelo de ecoetiqueta que manifieste su compromiso ambiental.

Durante la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino de Gran Bretaña comenzaba el mayor proceso de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales que marcaría un punto de inflexión en la historia mundial: el nacimiento de la industria. La maquinaria para la producción, el transporte de mercancías y la disminución en el tiempo de producción no tardarían en complementarse para abrir paso a una era de prosperidad pero que al mismo tiempo iniciaría, de manera silenciosa, problemas ambientales que al día de hoy son evidentes. La necesidad de revertirlos debido a la creciente preocupación por el deterioro climático causado por la actividad económica global impulsa la aparición de estrategias para el desarrollo sostenible.

En 2015 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, un plan de acción mundial que comprende 18 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) proponiendo una relación equilibrada entre el ámbito social, el económico y el medioambiental. Los propósitos, en su conjunto, buscan la participación tanto de la industria como de los consumidores en la protección del medio ambiente. Por un lado, es un desafío para el sector productor desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos y degradación ambiental mediante el diseño de nuevas soluciones en una multiplicidad de áreas. El sector relacionado con la producción de alimentos no se encuentra ajeno a este desafío. Este no solo implica la producción del alimento en sí, sino que también comprende la producción animal y vegetal, envasado, transporte y distribución (proceso productivo), así como las pérdidas y desperdicios. Por otro lado, si los usuarios decidieran comprometerse a transformar sus hábitos alimentarios en un consumo consciente y responsable podrían contribuir al cuidado ambiental.

Dado que el proceso productivo de alimentos impacta directamente sobre la naturaleza, existe una tendencia por parte de los productores en querer comunicar valores, acciones y el desempeño ambiental de sus productos, de manera de intentar satisfacer las inquietudes e intereses públicos. Esto, claramente, influye en la decisión del consumidor al elegir su producto. En consecuencia, los rótulos de los alimentos además de contener la información nutricional obligatoria están siendo utilizados como un medio de comunicación, pero que puede fallar a la hora de transmitir información veraz.

La Organización Internacional de Normalización (ISO) redactó normas que establecen las directrices para el desarrollo, uso de ecoetiquetas y declaraciones ambientales contenidas en los envases alimentarios.        

Frente a esta demanda de información transparente y robusta, la Organización Internacional de Normalización (ISO) redactó normas que establecen las directrices para el desarrollo, uso de ecoetiquetas y declaraciones ambientales contenidas en los envases alimentarios. Específicamente, la familia de Normas ISO 14020 proporciona principios y requisitos generales para comunicar los aspectos e impactos ambientales de los productos a través de declaraciones ambientales, desglosando dentro de ella otras tres normas referidas a Etiquetas y Declaraciones Ambientales.

¿Cuáles son los tres tipos de etiquetado ambiental que se proponen?

  • Etiquetado Ambiental Tipo I: Ecoetiquetas

Descripto en la Norma ISO 14024, es un programa voluntario que establece los principios y procedimientos para otorgar la etiqueta ambiental a productos que cumplan con una serie de requisitos predeterminados, identificándolos como ambientalmente preferibles. En otras palabras, aquel producto que lleve una etiqueta tipo I será reconocido por su buen desempeño ambiental, dado que cumple con requisitos predefinidos, consensuados por entidades reconocidas y de acceso público. De esta manera, la información ambiental que declaren estos productos es confiable y de alta credibilidad.

  • Etiquetado Ambiental Tipo II: Afirmación ambiental autodeclarada

La Norma ISO 14021 especifica los requisitos para texto, símbolo o gráfico que indique un aspecto ambiental del producto, el cual es declarado por el fabricante (autodeclarado), importador, distribuidor o quien pudiera ser beneficiado con esa afirmación medioambiental. La metodología de evaluación utilizada por aquellos que realizan las afirmaciones debe ser clara, transparente, con respaldo científico y documentada, de tal manera que los usuarios pueden estar seguros de su validez. Dado que este tipo de etiquetado depende de estándares establecidos únicamente por la propia empresa, podría surgir la duda en el consumidor sobre la veracidad de lo declarado.

  • Etiquetado ambiental Tipo III: Declaración Ambiental de Producto (EPD, por sus siglas en inglés)

En la Norma ISO 14025 se presenta la información ambiental cuantificada sobre el ciclo de vida de los productos para permitir la comparación entre los que cumplen la misma función. Es obligatorio para la organización elaboradora de la declaración ambiental, que asegure la verificación independiente de los datos ya sea interna o externamente. Esto podría significar, aunque no necesariamente, la verificación por parte de una persona u organismo reconocido como independiente. De esta manera, el etiquetado ambiental Tipo III presenta una fuerte credibilidad, dado que obligatoriamente se debe presentar un informe técnico que resuma los datos más significativos del comportamiento ambiental del producto, aunque esta información no llega al consumidor final de manera directa.

Así, una EPD informa de forma transparente datos objetivos, comparables y verificados por terceros sobre el desempeño ambiental de los productos y servicios desde una perspectiva del ciclo de vida.

A modo de ejemplo, uno de los organismos verificadores independientes es EPD International AB, que es el operador del programa global Sistema Internacional EPD®. Tiene la responsabilidad de la administración y el funcionamiento del programa, el cual se ejecuta conforme a la norma ISO 14025. De esta manera, una EPD se crea y se registra en el marco de este sistema internacional, y queda disponible públicamente. En resumidas cuentas, el Sistema EPD® International es un programa verificado por tercera parte independiente para desarrollar y registrar EPDs de cualquier tipo de bienes y servicios.

¿Cuál es la posición del codex alimentarius?

Dentro del Programa Conjunto FAO/OMS la Comisión del Codex Alimentarius es quien aprueba las normas y directrices establecidas en el Codex Alimentarius, para garantizar que los alimentos sean saludables y puedan comercializarse a nivel mundial.

El Comité de Etiquetado de los Alimentos (CFFL por sus siglas en inglés) del Codex celebró su 48° reunión en octubre de 2024. En esta sesión se elaboró el Documento de debate sobre las Declaraciones de Sostenibilidad en el Etiquetado. Además, es posible acceder a un inventario sobre la labor que están llevando otras organizaciones internacionales, que incluye a las directrices propuestas por ISO. En el mismo, el grupo de trabajo explicita que se debe continuar trabajando, de manera que la posición de Codex Alimentarius todavía se encuentra en discusión.

¿Y… en Europa?

La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE), pretende realizar la transición hacia una economía circular, abandonando el modelo lineal de consumo “extraer-fabricar-utilizar-desechar”. Una de las herramientas utilizadas es el empleo de la Etiqueta Ecológica de la UE, EU Ecolabel. Fue lanzada en 1992 como “Etiqueta Ecológica Comunitaria”, y al día de hoy se convirtió en el programa más grande y conocido en los países de la Unión Europea, siendo el único sistema de etiquetado ecológico ISO 14024 Tipo I en esa región. Es un sistema voluntario, verificado por expertos independientes responsables del cumplimiento de los criterios establecidos.

Por el momento, la Comisión Europea no tiene intención de elaborar criterios de Etiqueta Ecológica para los envases alimentarios. No obstante, podría volver a examinar esta cuestión en el futuro.

Aunque esta etiqueta fue diseñada para ayudar a los consumidores y empresas a tomar decisiones sostenibles, no se aplica a productos alimenticios. Por el momento, la Comisión Europea no tiene intención de elaborar criterios de Etiqueta Ecológica para estos. No obstante, podría volver a examinar la cuestión en el futuro.

Situación en la Argentina

La Argentina tiene a la agenda ambiental en el centro de sus prioridades. De acuerdo con esto, en 2021 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación presentó la Estrategia Nacional de Consumo y Producción Sostenibles (ENCPS) que busca promover el desacople del crecimiento económico de la degradación ambiental y del uso intensivo de los recursos. Esta ENCPS manifiesta que la República Argentina está comprometida con la promoción de un desarrollo integral y sostenible, justo y equitativo, inclusivo y respetuoso con el ambiente adoptando prácticas de producción y consumo sostenibles.

Para la implementación de la ENCPS se conformaron seis líneas estratégicas, efectuadas en catorce áreas de desarrollo. El área de Información al Consumidor entiende al ecoetiquetado como una herramienta que proporciona información sobre el impacto de los bienes y servicios no solo durante su vida útil sino también en su disposición final. Si bien este es un aspecto poco desarrollado en nuestro país, la agregación de valor con ecoetiquetas relacionadas a la huella ambiental o carbono neutralidad es cada vez más relevante dado que existe una tendencia global. 

Si bien este es un aspecto poco desarrollado en nuestro país, la agregación de valor con ecoetiquetas relacionadas a la huella ambiental o carbono neutralidad es cada vez más relevante dado que existe una tendencia global. 

Por otro lado, explicita la problemática de que a los consumidores se les dificulta tomar decisiones informadas correctamente. La proliferación de etiquetas y estándares, información incompleta y aun la falta de transparencia complica la comparación de información en el momento de la compra. En este punto, la estrategia sostiene que la comunicación con el consumidor es un factor decisivo para el éxito de la ENCPS ya que sin una participación interesada y activa de los consumidores no se podrá tener la realimentación necesaria.

En el ámbito privado, el Programa Argentino de Carbono Neutro (PACN) para alimentos, bebidas y bioenergías de exportación es un programa conformado en noviembre de 2019 por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la Bolsa de Cereales y Productores de Bahía Blanca, la Bolsa de Comercio de Rosario, la Bolsa de Cereales de Córdoba, la Bolsa de Comercio de Santa Fe, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y la Bolsa de Comercio de Chaco.

Tiene como objetivo generar guías prácticas, con calculador incluido, para el cálculo del balance de carbono y guías de gestión para las buenas prácticas ambientales. Estas guías están basadas en metodologías y estándares internacionalmente validados que facilitan la certificación ambiental de productos. Mediante la certificación posterior del balance de carbono por un tercero independiente, el PACN cede sellos acreditativos de manera de comunicar la gestión ambiental.

El INTI opera a nivel nacional como un organismo tercera parte independiente para desarrollar y registrar declaraciones ambientales de producto.

Por su parte, en junio de 2021 el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) suscribió un acuerdo con EPD International AB para ser un centro de operaciones regional del programa global Sistema Internacional EPD®. A partir de este acuerdo, la industria nacional tendrá acceso a la posibilidad de certificar, registrar y publicar las declaraciones ambientales de sus productos y servicios a través del INTI. De esta manera, INTI opera a nivel nacional como un organismo tercera parte independiente para desarrollar y registrar EPDs.

Algunos ejemplos de ecoetiquetas utilizadas a nivel internacional

Frente al interés social de conocer el desempeño ambiental de los productos que se consumen, la inclusión de las ecoetiquetas en los envases podrían aportar información transparente y confiable. Si bien, la regulación en productos alimentarios aún no logra consolidarse en nuestro país, se considera que en un futuro cercano la mayor parte de las empresas buscarán incluir en sus envases algún modelo de ecoetiqueta que manifieste su compromiso ambiental.

Josefina Castromán, licenciada en Bioquímica por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP); docente de la Cátedra de Bromatología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Bibliografía

ISO 14020:2000(es). Etiquetas y declaraciones ambientales – Principios generales. https://www.iso.org/obp/ui/es/#iso:std:iso:14020:ed-2:v1:es

Comisión de Codex Alimentarius. FAO/OMS. 2024. Disponible en: https://www.fao.org/fao-who-codexalimentarius/sh-proxy/en/?lnk=1&url=https%253A%252F%252Fworkspace.fao.org%252Fsites%252Fcodex%252FMeetings%252FCX-714-48%252FWorking%2Bdocuments%252Ffl48_12s.pdf

Estrategia Nacional de Consumo y Producción Sostenible. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Secretaría de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación. 2021. Disponible en: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/estrategia_nacional_de_consumo_y_produccion_sostenibles.pdf

INTI Hub Regional Argentina. International EPD® System https://epd.inti.gob.ar/argentina