La Asociación Argentina de Tabacología (AsAT) advierte que: “Más de 15.000 argentinos mueren cada año por el desarrollo de una patología oncológica relacionada al consumo de tabaco”. Asimismo, y de acuerdo con datos del Ministerio de Salud de la Nación, las muertes anuales por enfermedades asociadas al hábito de fumar suman actualmente 45.000 personas. EVALI es una novedosa patología, recientemente descripta, provocada por el vapeo, un hábito de creciente popularidad.
De acuerdo con la World Heart Federation (WHF), el uso de productos con tabaco es la causa principal de morbimortalidad cardiovascular, responsable del 17 % de los fallecimientos a nivel global.Debido a la creciente presión sobre las tabacaleras y, especialmente con el impulso del Convenio marco para el control del tabaco en 2003, liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la industria respondió con la introducción de aparatos innovadores a los cuales denominaron interesantemente como “productos de riesgo reducido”, que incluyen dos tipos de dispositivos. Uno de ellos calienta tabaco a altas temperaturas, pero no lo quema, evitando su combustión y, por ende, promocionan, no hay humo, cenizas u olor desagradable.
Debido a la presión mundial a las tabacaleras, la industria respondió con la introducción de aparatos innovadores, denominados interesantemente “productos de riesgo reducido”.
La otra novedad fue la introducción en el mercado de los cigarrillos electrónicos, en los cuales se vaporiza un líquido que contiene nicotina. Ambos productos se conocen popularmente como “vapeadores” y se promocionan como alternativas “libres de humo”, capaces de brindar una ayuda eficaz para todo aquel que quiera abandonar el hábito tabáquico, y una opción de “menor riesgo” para adultos que decidan seguir consumiendo tabaco o nicotina.
FUMAR, VAPEAR O UNA VIDA SIN HUMO: ESA ES LA PREGUNTA
Estos dispositivos, en líneas generales, están compuestos por una batería y una cámara donde se produce la vaporización de un cartucho que almacena el líquido del producto o el tabaco que será ser calentado, a fin de generar un aerosol que inhala el usuario simulando el acto de fumar. La intensa polémica está centrada en la calidad y cantidad de sustancias que son aspiradas y llegan en forma directa a las vías respiratorias, en donde son absorbidas.
El análisis del líquido a evaporar (e-liquid) en los cigarrillos electrónicos puede variar levemente según los distintos fabricantes, pero predomina la nicotina, sumamente adictiva y que ha demostrado favorecer la aparición de efectos adversos cardiovasculares; y también diluyentes como el propilenglicol o la glicerina. Un análisis más detallado del producto final aerosolizado por las altas temperaturas arrojan la presencia de compuestos finales como el formaldehido, el acetaldehido, la acetona y la acroleína. A esto se agregan metales como el níquel, el cobre, estaño y plomo en grado variable. En muchos e-liquids se halló también material particulado, como el que se ve en la contaminación ambiental por polución; de reducido tamaño, menor al diámetro de un glóbulo rojo, lo cual lo hace sumamente riesgoso por la potencialidad de penetrar en la circulación general, y generar lesiones en las arterias.
Las tabacaleras como Phillip Morris International (PMI), British American Tobacco (BAT) o Japan Tobacco International, que juntas tienen más del 90 % del mercado mundial de los dispositivos “libres de humo”, afirman que los aerosoles generados por sus productos son un 95 % más seguros que los productos de combustión del cigarrillo convencional, basados en sus propias investigaciones internas y especialmente en consensos de opinión de expertos, como el publicado en el Reino Unido en 2015 por una agencia descentralizada del Ministerio de Salud, la Public Health England, que generó un gran debate a nivel mundial entre el lobby del tabaco, las agencias regulatorias y las sociedades científicas, generando duda y confusión en la población con respecto a si es mejor “vapear” que “fumar”.
A pesar de las afirmaciones de la industria del tabaco sobre ese “riesgo reducido”, la realidad desmiente al relato. Varios trabajos científicos recientes informan de una novedosa patología: EVALI.
Pero, a pesar de las afirmaciones de la industria, la realidad desmiente el relato. Como prueba, varios trabajos científicos recientes informan de una novedosa patología: EVALI, según sus siglas en inglés, o lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillo electrónico. “Es una enfermedad respiratoria aguda o subaguda y puede ser severa e inclusive mortal”, afirma el doctor Juan Antonio Mazzei, académico titular de la Academia Nacional de Medicina y presidente de la Fundación Argentina del Tórax. “Hasta octubre de 2024 fueron reportados más de 2000 casos de EVALI, dos tercios se producen en hombres y aproximadamente el 80 % de ellos en menores de 25 años”, remarca el especialista.
Las alarmas se encendieron en 2021 luego de un incremento significativo de cuadros pulmonares asociados al uso de e-liquids con agregado de tetrahydrocannabinol, THC, sustancia psicoactiva presente en el Cannabis. En las secreciones bronquiales fueron detectadas trazas de acetato de vitamina E, utilizado como diluyente para el THC, que podrían ser responsables no solo de iniciar sino también complicar el cuadro inflamatorio, de acuerdo con los investigadores.
“La confirmación del caso se basa en la combinación de la historia clínica, los síntomas y los resultados de las pruebas diagnósticas, especialmente cuando aparecen opacidades en la radiografía de tórax o en la tomografía computada y se excluyen otras causas infecciosas como el HIV, la influenza u otros patógenos”, advierte Mazzei, también profesor consulto de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y un estudioso del tema.
En un trabajo reciente de la revista Pneumonologie se revisaron 146 trabajos sobre la novel entidad y se concluyó que el diagnóstico diferencial debe hacerse en todo paciente, en especial si es joven y se interna con un cuadro de injuria pulmonar severa. Afortunadamente, el mismo artículo describe que debido a la intensa campaña de concientización llevada a cabo desde el inicio de esta década en los grupos de riesgo, especialmente liderados por el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), su incidencia está disminuyendo, probablemente porque la población ha comprendido los riesgos del vapeo asociado a derivados del Cannabis, por un lado, y también a la remoción del acetato de vitamina E en los e-liquids.
LO QUE LA INDUSTRIA TABACALERA ESPERA DE USTED PARA EL FUTURO, AUNQUE USTED NO LO QUIERA
A la luz de la evidencia científica, ¿es válido entonces aceptar el mensaje de la industria, que recomienda cambiar a un producto nicotinizado para mantener a sus clientes, con la excusa de que es “menos dañino” que el cigarrillo convencional, o que ayuda en la cesación tabáquica?
Si se analiza la primera premisa, el uso crónico de los cigarrillos “sin humo”, como se los intenta promocionar, sigue siendo un factor de riesgo para la generación de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), caracterizada por la obstrucción del flujo de aire en los pulmones, causando síntomas como disnea, tos y expectoración. En esto Mazzei es categórico: “Sin duda el vapeo puede generar también EPOC debido a la inhalación de sustancias químicas y partículas que pueden dañar los pulmones y causar inflamación”. Coincide Mazzei, así mismo, con un reciente estudio de la Universidad de Arkansas, que comparó personas que nunca fumaron versus “vapeadores” habituales, y encontró que los usuarios de cigarrillo electrónico tenían dos veces más probabilidad de presentar esa patología respiratoria crónica. Concluye el experto que es importante destacar que, al ser el vapeo una práctica relativamente nueva, “se necesita más investigación para comprender completamente los riesgos para la salud”.
En cuanto a la efectividad del vapeo como ayuda para la cesación tabáquica, una revisión sistemática de la base de datos Cochrane de 2024, que incluyó a más de 27.000 participantes encontró, interesantemente, que los cigarrillos electrónicos fueron más eficaces como adyuvantes para dejar de fumar que las terapias de reemplazo con nicotina, que utilizan esta substancia en gomas de mascar, pastillas o parches cutáneos. Sin embargo, los autores reconocen que una limitación del trabajo es el bajo número de estudios clínicos controlados y aleatorizados con placebo.
Concuerda con esta postura el doctor Daniel Piñeiro, un prestigioso cardiólogo argentino, actual presidente de la World Heart Federation. “La postura de la Federación Mundial —señala— es que la efectividad del vapeo como método de cesasión tabáquica es todavía incierta”. Aclara que en la mayoría de los países donde está autorizada su venta esta indicación no está oficialmente aprobada a pesar de que se comercializa como tal. “Al día de la fecha, ningún fabricante lo ha registrado con ese uso en ninguna agencia regulatoria”, destaca.
Aunque los datos en relación a los potenciales peligros de este hábito continúan creciendo, los sectores del tabaco siguen en la búsqueda de nuevos consumidores. La OMS y STOP, una ONG que ejerce funciones de vigilancia mundial de la industria tabacalera, lanzaron en mayo de 2024 el informe: “Enganchando a la próxima generación”, donde exponen cómo se diseñan productos y se ponen en marcha campañas de marketing que ayudan a crear adicción entre la población joven del mundo.
“La historia se repite, ya que la industria tabacalera está tratando de vender a nuestros hijos la misma nicotina en envase distinto”. “Se dirige activamente a las escuelas, los niños y los jóvenes con nuevos productos que, en esencia, son veneno con sabor a golosina”. Tedros Ghebreyesus, director general de la OMS.
“La historia se repite, ya que la industria tabacalera está tratando de vender a nuestros hijos la misma nicotina en envase distinto”, afirma el director general de la OMS, Tedros Ghebreyesus en el informe; y agrega: “Esta industria se dirige activamente a las escuelas, los niños y los jóvenes con nuevos productos que, en esencia, son veneno con sabor a golosina. ¿Cómo pueden hablar de reducción de daños cuando están dirigiendo a los niños la mercadotecnia de estos peligrosos productos que son sumamente adictivos?”, finaliza en su introducción a un texto de 28 páginas donde se exponen las distintas prácticas de la industria que incluyen desde fabricar productos con sabor a fruta hasta utilizar imágenes de dibujos animados o alta tecnología en sus paquetes de envoltorio, ofreciendo fuertes sumas de dinero a celebridades e “influencers” que estimulan por TIK TOK, Instagram o YOUTUBE a su uso indiscriminado.
Lamentablemente estas campañas están dando sus frutos. Encuestas de la OMS en Europa arrojan que: “Los cigarrillos electrónicos han superado en popularidad a los convencionales, ya que el 32 % de los jóvenes de 15 años encuestados declararon haberlos consumido alguna vez, y el 20 % señalaron haberlo hecho en los últimos 30 días. Según la última encuesta mundial sobre tabaco en jóvenes (5EMTJ) realizada en la Argentina en 2018, se evidenció que el 7,1 % de los niños entre 13 y 15 años consumen cigarrillos electrónicos y que el 14,4 % de los estudiantes secundarios alguna vez los probó, a pesar de haber sido prohibidos para su comercialización en nuestro país por la ANMAT.
Preocupado también por estos datos, el doctor Piñeiro, quien fue presidente de la Sociedad Argentina e Interamericana de Cardiología, advierte enfáticamente que las afirmaciones engañosas de las tabacaleras han contribuido a la creencia generalizada de que los cigarrillos electrónicos son significativamente menos perjudiciales que el cigarrillo convencional y que el uso a largo plazo de estos dispositivos, remarca en consonancia con el doctor Mazzei, todavía no ha sido determinado. “La Federación Mundial de Cardiología defiende el concepto de que el hábito de vapear no debe ser considerado seguro hasta que se demuestre lo contrario”, cierra el cardiólogo.
Sin duda, la aparición de patologías como el EVALI y los números de mortalidad registrados en nuestro país relacionados al tabaquismo, concientizan de que no debemos flaquear en esta batalla contra el flagelo del hábito de fumar (o eventualmente vapear). Una herramienta muy valiosa sería que la Argentina ratifique a la brevedad el Convenio marco de la OMS para el control del tabaco, adoptado por unanimidad en la 56ª Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2003, que aún se encuentra sin votar en el Congreso de la Nación. Ello nos proporcionará las herramientas para luchar contra la “epidemia” del tabaco a fin de que el sueño de las tabacaleras para un mundo sin cigarrillos no sea una “pantalla de humo” sino una tangible realidad.
Bibliografía revisada
Asociación Argentina de Tabacología. http://www.asat.org.ar/tabaco-y-cancer/
Ministerio de Salud de la Nación. https://www.argentina.gob.ar/salud/consumo-de-tabaco/efectos-tabaquismo.
e-cigarettes: A new threat to cardiovascular health. A world Heart Federation Policy Brief. https://world-heart-federation.org/wp-content/uploads/E-cigarettes-Policy-Brief.pdf
WHO Library Cataloguing-in-Publication Data WHO Framework Convention on Tobacco Control. World Health Organization 2003, updated reprint 2004, 2005
Forward Thinking for a Smokeless World. Copyright © British American Tobacco (Investments) Limited 2024
Martinez Larenas, Marnix Valdemar et al. Pathophysiological effects of e-cigarettes: a public health issue. Neumol Cir Torax. 2022; 81(2):121-130
Marques, P., Piqueras, L and Sanz, M.J. An updated overview of e-cigarette impact on human health. Respiratory Research, 2021; 22:151
MacNeill A, et al. E-cigarettes: an evidence update. A report commissioned by Public Health England. Public Health England, August 2015.
Jayesh Mahendra, Bhatt et al. An update on controversies in e-cigarettes. Paediatr Respir Rev. Sep 2020, 26;36:75-86
Impact of Vaping on respiratory health. Andrea Jonas- State of the art review.BMJ 2022;378
Tituana, N. E-cigarette use-associated lung injury (EVALI). Pneumonologie; 2024;78:58-69.
Bolt, H. The current state of EVALI research (electronic cigarettes or vaping
product use‑associated lung injury).Archives of Toxicology, 2024: 98:3909–391
Bircan, E, Bezirhan, U et al, Electronic cigarette use and its association with asthma,COPD, and asthma-COPD overlap syndrome among never cigarette smokers. Tob. Induc. Dis. 2021; 19 (sept):75
Lindson, N. Electronic cigarettes for smoking cessation. Cochrane Database of Systematic Reviews; 2024, Issue 1. Art. No.: CD010216.
OMS & STOP. Enganchando a la próxima generación. https://www.who.int/es/news/item/23-05-2024-tobacco-and-nicotine-industry-tactics-addict-youth-for-life
Romer, D.; Reese, Z. et al. Misleading Tobacco Content is on the rise on You Tube. The Harvard Kennedy School (HKS). Misinformation Review, Volume 1, Issue 2.
5ª. Encuesta Mundial sobre tabaco en jóvenes realizada en Argentina. https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-71-de-los-adolescentes-de-13-15-anos-consume-cigarrillo-electronico-en-la-argentina (2018)
Health Behaviour in School-aged Children (HBSC) study [sitio web]. Organización Mundial de la Salud, 2024 (https://www.who.int/europe/initiatives/health-behaviour-in-school-aged-children-

Mario A. Boskis es médico cardiólogo universitario por la Universidad de Buenos Aires. Miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC). Fellow of the American College of Cardiology. Exjefe de trabajos prácticos, II Cátedra de Fisiología Humana, UBA. Exdirector del Consejo de Cardiología Clínica de la SAC. Excoordinador de los consejos científicos. Director médico ‘Grupo Boskis’. Se formó como comunicador especializado en salud en la Sociedad Argentina de Periodismo Médico (SAPEM) de la Asociación Médica Argentina (AMA).