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En el apasionante mundo de la ciencia, hay quienes se sumergen en los enigmas más desafiantes, buscando respuestas que beneficien a la humanidad. Ailén Gala Hvozda Arana es una de estas valientes exploradoras. A través de una amena conversación, nos adentramos en el universo del glaucoma, una enfermedad ocular que aún guarda secretos por descubrir, y en la ardua labor de Ailén por descifrarlos.

Desde sus primeros pasos como estudiante, Ailén quedó cautivada por la magia de la investigación científica. Bajo la guía de la doctora Sandra Ferreira, se aventuró en el estudio de las enfermedades oculares, encontrando en el glaucoma un misterio que despertó su fascinación. Esta enfermedad, que causa la pérdida irreversible de la visión y afecta a millones de personas en el mundo, se convirtió en el tema central de su tesis doctoral.

Motivada por la necesidad de comprender mejor esta afección, Ailén nos habla del compromiso que la impulsa. Su lucha va más allá de la simple curiosidad científica; se trata de una misión personal para mejorar la calidad de vida de aquellos que viven con el glaucoma.

Lo que más apasiona a Ailén es el potencial de su trabajo para generar un impacto real en la sociedad. Consciente de la importancia de la detección temprana para prevenir la ceguera, dedica sus esfuerzos a descubrir nuevos conocimientos que se traduzcan en tratamientos más eficaces y en una mejor calidad de vida para los pacientes.

Sin embargo, Ailén reconoce los desafíos que aún enfrenta la lucha contra el glaucoma. A pesar de ser una enfermedad conocida, muchos desconocen su alcance y la importancia de los controles regulares. Su labor no se limita al laboratorio, sino que también abarca la educación y la concienciación sobre esta devastadora enfermedad.

A lo largo de su camino como científica, Ailén ha experimentado un constante crecimiento personal y profesional. Ha aprendido que la ciencia no se limita a datos y experimentos, sino que es una herramienta poderosa para transformar vidas y mejorar el mundo.

En su laboratorio, Ailén ha enfrentado diversos obstáculos, desde la falta de estudios previos sobre el impacto del glaucoma en el sistema nervioso central hasta la necesidad de conectar su investigación con otras enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, cada obstáculo ha sido una oportunidad para aprender y crecer, impulsándola a alcanzar nuevas metas en su búsqueda de respuestas.

Con emoción, Ailén recuerda su “momento eureka”, cuando diversos resultados, que parecían inconexos, cobraron sentido al ser analizados en conjunto. Este momento de claridad la motivó a redoblar sus esfuerzos y continuar su búsqueda de soluciones innovadoras para el glaucoma.

Mirando hacia el futuro, Ailén visualiza un panorama esperanzador en la investigación y desarrollo de nuevas terapias para el glaucoma. Con base en los hallazgos de su laboratorio y su profundo compromiso, aspira a contribuir a la creación de tratamientos más eficientes y accesibles para los pacientes.

En definitiva, Ailén Gala Hvozda Arana es una científica cuyo coraje y pasión la impulsan a desentrañar los misterios del glaucoma. Su trabajo no solo enriquece el campo de la bioquímica y la farmacia, sino que también ofrece una luz de esperanza a quienes batallan contra esta enfermedad. Con cada experimento y descubrimiento, nos acercamos un paso más a comprender y, eventualmente, a erradicar esta enfermedad ocular.

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