El abuso y consumo lúdico de la planta de Cannabis, sumado a su carácter ilegal, generaron en la sociedad numerosos prejuicios que tergiversaron sus verdaderos potenciales farmacológicos y dificultaron la investigación científica en nuestro país. Por esa razón debían vencerse no solo los obstáculos sino también las resistencias personales de investigadores, autoridades e instituciones. El proyecto que aquí se difunde pretende contextualizar un uso de estos productos científicamente avalado, que evite las vías alternativas actuales de producción y dispensación, sin la asistencia o intervención de un profesional farmacéutico, que puedan promover resultados perjudiciales para los pacientes. Es imprescindible, entonces, un marco normativo que otorgue un contexto de seguridad y un correcto manejo.


