Los glóbulos rojos humanos tienen más de trescientas moléculas en su superficie capaces de producir una reacción inmunitaria seria cuando se transfunden en un paciente que no las posee. La frecuencia poblacional de estas moléculas, el estado inmunitario del paciente y la gravedad de la reacción que produce son los factores más importantes para el estudio de la compatibilidad sanguínea.


