• Los animales de experimentación son piezas claves en la biomedicina, tanto en la investigación como en las pruebas diagnósticas y en los controles de productos farmacéuticos. Gran parte de los avances que hoy gozamos no hubieran sido posibles sin usar animales no humanos. Ahora bien, se impone cada vez más un férreo compromiso y un desafío bioético irrenunciable a todos quienes participen en procesos que impliquen animales, así como a la propia institución científica o académica donde tales prácticas se realicen.

    Facebook Twitter Share
  • Investigadores de la Facultad de Farmacia y Bioquímica y de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en colaboración con científicos de la Universidad Nacional del Comahue estudiaron en cultivos celulares y en ratas los efectos de la exposición a bajas dosis de clorpirifós, insecticida organofosforado de muy amplio uso en la Argentina. Hallaron que estos compuestos actúan como disruptores endócrinos, en particular operan "como si" fueran hormonas esteroideas, como un estrógeno. Es ampliamente conocido que la exposición a estrógenos predispone a la carcinogénesis. Los resultados permiten hacer una advertencia, no solo a las poblaciones que por motivos laborales están expuestas a estos tóxicos permanentemente, sino también a quienes hayan padecido o estén presentando cáncer de mama, dado que, en gran proporción, estos cánceres son dependientes de las hormonas.

    Facebook Twitter Share
  • La incidencia de la brucelosis humana es alta en la Argentina, lo que constituye un problema de salud pública debido a los costos generados por la incapacidad física que produce, y por los tratamientos antibióticos que requiere. No existen aún vacunas contra la brucelosis para humanos. Un equipo de investigación en la Facultad de Farmacia y Bioquímica trabaja en el desarrollo de vacunas acelulares, que contengan solo algunos componentes bacterianos que despierten una respuesta inmune adecuada y suficiente.

    Facebook Twitter Share
  • La pancreatitis aguda continúa siendo preocupante debido a su curso clínico incierto, pero también a que no se dispone de una terapéutica específica. El estrés del retículo endoplásmico está involucrado en etapas tempranas de su desarrollo. La modulación de las vías celulares que se activan para revertirlo podría constituir la clave en la búsqueda de futuros blancos terapéuticos, no solo para esta patología sino además para otras.

    Facebook Twitter Share
  • Hay muchas y rigurosas razones científicas para que los ciudadanos conozcan el proceso denominado “autofagia”, sin embargo es gracias a Jennifer Aniston, actriz de la ´incombustible´ serie estadounidense Friends que se habla mundialmente del tema. En la Argentina lo ha popularizado Graciela Alfano, que a los 66 años sigue arrancando suspiros.”Practico la autofagia”, confesó, entre sus ´tips´ para mantenerse en el escaparate de las sex symbols nacionales. Desde otro ámbito, uno de los más reconocidos expertos internacionales de la materia, el investigador francés del Institut national de la santé et de la recherche médicale (INSERM) devela en esta nota el presente y el futuro de las investigaciones sobre la autofagia y las claves para entender su participación tanto en enfermedades como en la salud y el envejecimiento, así como su potencialidad para el desarrollo de diversas estrategias terapéuticas.

    Facebook Twitter Share
  • Investigadores de la Facultad de Farmacia y Bioquímica estudian la función de la autofagia y sus pasos moleculares como respuesta celular a patologías complejas: la pancreatitis y la diabetes, entre muchas otras. Esclarecer esos mecanismos que las células activan permitirá desarrollar nuevas y más racionales estrategias terapéuticas.

    Facebook Twitter Share
  • Varios miles de millones de personas cada día desechan plásticos a la basura doméstica, a través de la orina excretan los residuos de medicamentos que ingieren, incluso drogas de abuso; las industrias vierten sus efluentes a las aguas, no siempre con debido tratamiento; los criadores de animales y los agricultores utilizan sustancias para la protección de animales y plantas y contaminan ríos y cursos de agua… Bueno, podría decirse que son liberados al ambiente en pequeñas cantidades. Pero con el pasar del tiempo se van incorporando nuevas sustancias. Y además se dispersan, de hecho ya se los puede hallar hasta en las aguas antárticas. Son los denominados contaminantes emergentes.

    Facebook Twitter Share
  • Investigadores de la cátedra de Salud Pública e Higiene Ambiental estudian bacterias aisladas en cursos de agua altamente contaminados de Buenos Aires, capaces de degradar compuestos llamados emergentes, por ejemplo, un desinfectante ampliamente utilizado, un antibiótico de uso frecuente veterinario y un antiinflamatorio no esteroide de uso masivo. Además diseñan biorreactores, método de tratamiento biológico para depurar aguas y efluentes que puedan contener esos contaminantes. Proponen también un método indirecto de detección de contaminantes emergentes.

    Facebook Twitter Share

Páginas

Boletines

Subscribase para recibir aviso de nuevas noticias.