En nuestros intestinos hay un mundo microscópico viviente, que recibe el nombre de microbiota intestinal. Los billones de organismos que componen esta comunidad forman lo que hoy se considera como un “nuevo órgano”; al punto tal que suele hablarse de la microbiota como un ´segundo cerebro´ cuyas funciones específicas son claves en el mantenimiento de la salud. Una situación análoga puede observarse en el caso de la microbiota cutánea, considerada por algunos investigadores como la cuarta capa de la piel. También estudios actuales sugieren que el estrés tiene efectos significativos en la composición de la microbiota, y viceversa. Aunque este abordaje muestra un crecimiento notable, los expertos destacan que es necesario ampliar y profundizar las investigaciones, evaluaciones y pruebas en este campo.


